006 – Qué es el Amor Verdadero

¿Qué es el amor verdadero? ¿Que diferencia tiene con el enamoramiento? ¿Existen las almas gemelas? Estas y otras preguntas estaremos respondiendo en este episodio.
que es el verdadero amor

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Transcripción:

Valeria: Hola, qué tal. Muy buenas tardes amables radioescuchas. Yo soy tu amiga, la psicóloga Valeria Golarte. Y te doy la más cordial bienvenida a esta emisión de Cuerpo, Mente y Alma, el equilibrio vital.

¿Cuantas veces hemos escuchado, sobre todo las mujeres decir que debemos encontrar al príncipe azul y cómo debe ser él?

Pues hoy hablaremos del afamado, esperado príncipe azul y bueno, nuestro invitado de hoy, el psicólogo Daniel Vázquez nos platicará de ello.

Así que te invito a que nos acompañes durante esta media hora e iniciemos así Cuerpo, Mente y Alma, bienvenidos.

Y quiero darle la bienvenida a nuestro invitado de hoy. Que ya nos ha acompañado anteriormente y es un gusto tenerlo aquí en Cuerpo, Mente y Alma es el psicólogo Daniel Vázquez.

Bienvenido, Daniel.

Daniel: Muchas gracias Valeria, siempre un placer.

El príncipe azul: comienza el mito

Valeria: Igualmente. Igual, siempre nos traes temas muy interesantes y pues no se diga este del famoso príncipe azul.

Daniel: El príncipe azul.

Valeria: Tan comentado, tan vendido, tan esperado.

Daniel: Tan problemático.

Valeria: Tan problemático, tan tergiversado.

Daniel: Sí.

Valeria: Pero bueno, nos vas a ayudar a aclarar qué pasa con el príncipe azul para evitar que sea tan problemático.

Daniel: Pues es el príncipe azul y su prima hermana el alma gemela o la media naranja. Que ya juntas se convierten en un limón, dicen por ahí. Pero la culpa la tiene Platón y la tienen los Hermanos Grim, Valeria.

Vamos a echarlos de cabeza ahorita.

Valeria: Desde ahí viene, entonces.

El mito griego del alma gemela

Daniel: Sí, sí. Desde ahí, el mito griego del alma gemela. ¿Sí lo recuerdas? De cómo se dice que por ahí Platón nos platicó que en el origen los primeros seres humanos éramos de cuatro brazos y de cuatro piernas y cuatro pies, dos cabezas.

Zeus, siendo tan envidioso del ser humano, aplicó el principio de divide y vencerás y nos dividió a cada uno en dos y nos separó. Y desde entonces cada uno de nosotros anda en busca de su alma gemela o su otra parte para estar completo. Ahí surge este afamado mito del alma gemela.

Por otra parte, ya muchos siglos después nacen los Hermanos Grim. Y nos venden las historias de Cenicienta, de Blanca Nieves, de la Bella Durmiente y otras historias en que cada una de ellas (una princesa) es rescatada por un Príncipe Azul. Un hombre alto, guapo, rubio, perfecto digamos.

Valeria:
 Múltiples historias.

Daniel: Acaudalado porque es un príncipe.

Valeria: Y que escala un gran castillo venciendo dragones para rescatar a su princesa.

Daniel: Exactamente y las niñas desde hace 200 años pues crecen con esas historias y con ese mito. Ahorita más adelante veremos cómo se nos vende este mito. Vamos a ver cómo Hollywood reproduce esas mismas historias pero con otro toque o con otro tinte.

Valeria: Y bueno, este mito que tiene su origen en un tiempo muy muy lejano y que hasta la actualidad ha prevalecido. Pues ha tenido sus consecuencias por eso decíamos que ha sido, entre otros adjetivos, problemático el príncipe azul.

¿Cuáles son esas consecuencias que ha tenido el mito?

Pensar que existe una persona justa para nosotros y que cumple todas nuestras expectativas pues eso de entrada es muy poco realista.

Enamoramiento y falsas expectativas

Daniel: Pues de entrada, pensar que existe una persona justa para nosotros y que cumple todas nuestras expectativas pues eso de entrada es muy poco realista.

Se inflan las expectativas y cuando conocemos a alguien y nos enamoramos y luego después pasa el enamoramiento y empiezan los problemitas, que son inevitables.

Nos damos cuenta que la persona no es tan perfecta. Y empezamos a pensar que «Uy, no era para mí» o «No es la persona que yo buscaba» o «No es el alma gemela que debería yo encontrar».

Esto reproduce también lo que es la confusión del enamoramiento con el amor real. El enamoramiento recordamos que es la etapa bioquímica al principio de una relación que nos engancha, que nos une con otra persona. Nomás estamos pensando en ella.

Bueno, todo esto es un proceso que sucede en el cerebro, un proceso químico que después de un año aproximadamente pierde la intensidad original.

Empezamos a ver a la persona con sus defectos, empezamos a ver tiene algunos hábitos que no me agradan mucho. No tapa la pasta , deja la taza del baño levantada, se pone ropa que no siempre combina o me contradice. Y ya no me acompaña a los lugares que antes me acompañaba y ya no compartimos los mismos gustos.

Valeria: Digamos que empezamos a conocer realmente a la persona y no la imagen bonita que nos quiere vender producto del enamoramiento.

Daniel: Y sobre todo ese sentimiento de volar, de que flotamos se diluye. Es como cuando las personas que usan drogas o beben que ya se les pasa ese efecto necesitan otra vez sentirlo.

Y piensan que ya con esta persona no lo van a sentir y empiezan a considerar la salida, como buscarse otra pareja. Esto va a disparar o es lo que dispara el índice de divorcios.

Buscando el «amor verdadero…»

Valeria: De alguna manera entonces, si no se maneja adecuadamente o si no tenemos conciencia de las etapas o el proceso que sigue una pareja para madurar. De alguna manera entonces esta parte del enamoramiento se vuelve adictivo.

Daniel: Se vuelve adictivo y sobre todo una cosa reproduce la otra entonces se vuelve un círculo vicioso. Creemos que la persona ya debe de estar hecha para nosotros, que debemos embonar como si nos hubiesen hecho tal para cual.

Esto hace que yo haga un esfuerzo mínimo por ajustarme a la otra persona, por construir puentes, por construir lazos en común. Y cuando empiezan a surgir las contradicciones esto me frustra y empiezo a considerar la salida.

Esa es una consecuencia muy seria que no quiero entrarle a la talacha, quiero que las cosas ya estén dadas.

Creemos que la persona ya debe estar hecha para nosotros, queremos embonar como si nos hubiesen hecho tal para cual.

Valeria: Y tal vez no queremos entrar porque está muy introyectado el cuento de que el hombre que llega a rescatar a la princesa es perfecto. Y la princesa no tiene que hacer nada.

De igual manera el príncipe se encuentra a la princesa perfecta y él tampoco tiene que hacer nada. Entonces todo se ve perfecto, todo se ve bonito y nadie tiene que hacer talacha.

Daniel: Exacto.

Valeria: Entonces de alguna manera nosotros tenemos tan introyectado eso que al no ver esa perfección tampoco queremos asumir la responsabilidad.

Y queremos buscar otro príncipe y otra princesa.

Daniel: Sí, lo mas fácil. Aparte que vivimos en una sociedad de…

Valeria: Todo rápido.

Daniel: Todo rápido y desechable, pues ya no me sirve me compro uno nuevo, ya no me gusta mi pareja consigo otra y vamos así.

Valeria: Y bueno, muchas veces tomando un poquito de esto que estás diciendo del punto de que queremos la pareja perfecta o el hombre la mujer perfecta, el príncipe o la princesa.

De alguna manera también consciente o inconscientemente queremos encontrar en la pareja, incluso en el matrimonio la solución a un vacío, a nuestras carencias. Queremos encontrar ahí los remedios para ser felices.

El amor verdadero requiere trabajo

Daniel: Sí. Vemos el matrimonio como la solución a nuestra felicidad ¿verdad? Creemos que ya casándonos ya vamos a ser felices y las cosas se van a dar por si solas.

Platicábamos hace rato la comparación que hacíamos con un negocio. En realidad el matrimonio te casas y no quiere decir que vas a ser feliz, te casas y ya estas casado. Punto, nada más, pero allí es donde empieza realmente el trabajo.

Valeria: ¿Quién dijo la frase?

Daniel: ¿Cual frase?

Valeria: La de «te casas para estar casado».

Daniel: «Para estar casado no para ser feliz». No recuerdo el autor pero si va por ahí.

Valeria: Ah ok.

Queremos encontrar en nuestra pareja la solución a un vacío, a nuestras carencias; queremos encontrar ahí los remedios para ser felices. – Valeria Golarte

Daniel: Decíamos que un matrimonio es más bien como un negocio. O sea, abres un negocio, abres tu tienda o servicio, lo que sea y no creas que va empezar a entrar el dinero; es solamente el inicio.

Tienes que empezar a trabajar fuerte, cuidar los estándares, la administración, la organización. T tienes que mantenerte de esa forma para que empiece a haber frutos.

Una vez que crece tu negocio tienes que mantener los estándares. Si te relajas y descuidas el negocio se te va a ir para abajo inevitablemente. ¿Por qué? porque te va a ganar la competencia o los clientes ya no van a ir.

Esto quiere decir que constantemente tienes que estar en guardia para que las cosas sigan funcionando bien.

Igual un matrimonio, te casas y tienes que trabajar en tu relación. En ti también para que las cosas den fruto. Para que la relación dé fruto y tengan un nivel óptimo de satisfacción mutuamente.

Y una vez que están en esos niveles bonitos de satisfacción no pueden bajar la guardia. Necesitas seguir compartiendo como pareja, seguir saliendo como pareja.

Una vez que dejas los hábitos que han practicado durante el enamoramiento. Como los regalitos, los detalles, las atenciones, platicar juntos, salir juntos, etc. equivale a bajar los estándares, a dejarlos caer y descuidar tu matrimonio, tu relación.

Valeria: De una manera hemos puesto demasiadas expectativas en el matrimonio. Entonces, como los cuentos de «y fueron felices para siempre» y «me tiene que amar» y «me tiene que aceptar haga lo que yo haga» y este tiene que ser perfecto, bonito y cercano.

Pero realmente, como dirían coloquialmente, «no hay que echarle tanta crema a los tacos». Sino el matrimonio es una experiencia así como el ejemplo que pones del negocio.

Es una experiencia que te puede redituar frutos. El matrimonio también es una experiencia que te puede traer cosas positivas, pero no todas esas expectativas o toda esa crema que le ponemos.

Daniel: Si, tienes que trabajar. Te voy a contar una anécdota. Mi hermano se casó en noviembre y me tocó hacer un pequeño discurso en la boda. Y en el discurso hice mucho énfasis en esta parte de que «ok, qué bonito se están casando, pero ahora viene lo bueno».

No crean que todo va a ser felicidad y bonitos momentos. Sino que van a haber también dificultades y es importante que las contemplen de lo contrario se van a decepcionar fácilmente de la relación.

«Queremos sentir maripositas todo el tiempo pero hay que tener un nivel de madurez, de voluntad, que yo creo que son ingredientes importantes para que se dé el compromiso de nosotros elegir cada día amar a nuestra pareja.» – Valeria Golarte

Ese es el problema, que creemos que todo va a ser bonito, cuando empiezan los problemas queremos o tendemos a decepcionarnos.

Y este fin de semana que pasó, no había visto yo el vídeo de esa parte del discurso y lo estábamos viendo juntos. Y me dice, ya va para el año de casado, y me dice «Ah, ya entiendo lo que dijiste esa noche».

Valeria: Pero solamente con el tiempo y con la experiencia es que uno lo comprende. Y es ahí donde radica la diferencia entre el enamoramiento y el compromiso.

Que también muchas veces la palabra compromiso nos asusta porque lo asociamos con obligación, con algo negativo.

Daniel: Con dejar de ser.

Valeria: Con dejar de ser yo o perder libertad.

Daniel: Eso también.

Valeria: Pero entonces ¿Cuál sería realmente un compromiso?

Daniel: Queremos vivir con el «Así soy yo y tienes que aceptarme. Si me amas me aceptas tal como soy.»

Valeria: Y puedo hacer lo que quiera y tienes que aguantarlo.

Daniel: Falso.

Definición del amor verdadero o amor real

Valeria: Bueno entonces ¿cuál sería el compromiso real?

Daniel: Si recordamos la definición de amor real de Sullivan que es, «El momento que yo tome en cuenta tus necesidades y tus intereses como si fueran míos y les doy la misma importancia como si fueran propios entonces se da el estado del amor”.

Cuando la seguridad y satisfacción de la otra persona las volvemos tan importantes como si se tratara de nuestra propia seguridad y satisfacción, entonces se da el amor.
– Harry. S. Sullivan

Cuando yo me preocupo por ti y por lo que a ti te interesa como si fuera mío. No nada más en mis intereses y quiero que te ajustes a mis intereses sino que yo pongo tus intereses primero.

O sea, cuando estamos enamorados eso es lo que hacemos, nos deshacemos por nuestra pareja. Ponemos los intereses de nuestra pareja antes que los míos y con gusto sacamos la basura y abrimos la puerta. Después es «Sácala tú, saca tú la basura» y eso es el compromiso.

Imagínate, si esto se hace mutuamente. Si tu pones los intereses de tu pareja antes que los tuyos y viceversa se va a dar una sinergia increíble. Se da una sinergia en las parejas que lo practican.

Valeria: Así es. También habíamos escuchado por ahí incluso lo hemos comentado en otros programas que el amor es una decisión. Queremos sentir maripositas todo el tiempo pero hay que tener un nivel de madurez, de voluntad.

Que yo creo que son ingredientes importantes para que se de el compromiso de nosotros elegir cada día amar a nuestra pareja.

Elijo amarla, elijo tomarla en cuenta, decido escucharla. Como dices tú decido tener muy presente sus necesidades para buscar la manera de a lo mejor no satisfacerlas, pero si de darles un valor. Como algo que es importante para mi pareja y que si es importante para ella lo es para mí.

Eso es una decisión.

Daniel: Sí y aclarar que una decisión implica una acción. O sea, amar no es un sentimiento. «Ay, ya no siento esas mariposas» como tu comentas. Amar es llevar a cabo actos de amor. Preocuparte por la persona, apoyar a la persona, escucharla, atenderla, etc.

Valeria: Cuando nos casamos o bueno, cuando elegimos tener una pareja. Hay un tu, hay un yo y hay un nosotros. Es decir, sí hay una parte que corresponde al yo que es importante que la siga atendiendo.

Pero también hay otra parte que es el que tengo que tomar en cuenta además del yo y hay otra que es el nosotros.

Entonces, si tomo en cuenta todas estas partes y mantengo un equilibrio. Entonces no hay ese temor del que hablábamos ahorita de «Ya no soy libre, no puedo hacer las cosas».

Sino encontramos una manera de complementar nuestra vida enriquecerla a través del tu, el yo y el nosotros.

Daniel: Sí, porque hay relaciones que se van al otro extremo y se pierde la individualidad y dejamos de hacer cosas que a nosotros nos gustan.

Dejamos de tener los amigos que antes teníamos, cortamos relaciones y nada más vivimos para nuestra familia o para nuestro esposo o esposa y hay un vació, va a haber un vacío.

¿Por qué? porque cuando estés mal con tu pareja o con tu familia tu mundo se va a derrumbar porque dependes totalmente de ellos, por eso es importante como tú comentas  seguir desarrollando actividades a nivel individual. Deportes, hobbies, amistades.

Valeria: Muy bien, pues bueno para seguir comentando este tema tan interesante del príncipe azul y las relaciones de pareja los invito a que los acompañen a nuestra siguiente sección.

Hollywood y el «amor verdadero»

Valeria: Y estamos platicando con el psicólogo Daniel Vázquez sobre el príncipe azul y las consecuencias que tiene en nuestra relaciones de pareja.

Y para ahondar un poquito más en las consecuencias o en el impacto que ha tenido este famoso príncipe azul. Daniel, pues yo creo que juegan un papel muy importante. Como tú lo comentaste en un principio, los medios de comunicación porque ahí es donde empieza la venta del mito.

Saben que hay un mercado, saben que es un producto que les va a dar beneficios y ¿qué pasa con la venta del mito? ¿Cómo nos influye? o ¿Cómo caemos en las garras de la mercadotecnia?

Daniel: Sí, la mercadotecnia está muy consciente y maneja muy bien lo que son nuestras necesidades emocionales, fisiológicas y demás. Y quien más ha explotado el mito del príncipe azul y el alma gemela podemos decir que es Hollywood. A través de Disneylandia que hace todas estas películas de Cenicienta, la Bella Durmiente, etc.

Pero hoy en día nos siguen vendiendo, reproduciendo, variaciones modernizadas de esas mismas historias. Con las comedias románticas que platicábamos que les encanta a las muchachas.

Y llevan a sus novios arrastrando, como perrito a la veterinaria que va resistiéndose y lo llevan al cine. Y se queda dormido generalmente viendo las películas románticas.

¿Qué sucede en estas películas románticas o comedias románticas? Siempre va haber un muchacho y una muchacha, muy atractivos ambos regularmente.

Uno de ellos o los dos van a tener algún tipo de problemática. Ella va a tener algún problema qué resolver muy grande. Él de alguna manera va a contribuir al problema o la va ayudar a salir de él.

Pero para no hacer el cuento largo, la película siempre termina en que se enamoran y ahí se termina la película y quedan juntos. Y la historia termina justamente ahí donde están enamorados en un beso profundo y quedan felices.

Y nos quedamos con la impresión de que esa relación ya quedó, así ya fue para siempre o sea felices para siempre.

Valeria: Como los cuentos de hadas.

Daniel: Exactamente y nos siguen bombardeando con esas ideas, con esas películas año tras año. Salen como 10 películas o quien sabe cuántas del estilo por año. Y ahí vamos al cine, las rentamos y el mercado principal de esta historia o de estas historias son las mujeres.

A los hombres les gustan más las películas de acción, en términos generales, balazos, violencia.

Valeria: Que eso también lo comentábamos en un principio ¿no? ¿Cómo es? Así como hay el príncipe azul para la mujer, para el hombre es la princesa rosa o cual es.

Y hablábamos de que no hay precisamente un equivalente porque es distinta la psicología incluso es distinta la bioquímica en la mujer. Ella vive el amor de una manera y en el hombre de otra ¿no?

Daniel: Sí, la mujer hace más énfasis en las relaciones. Por naturaleza ella es quien más se preocupa regularmente por la relación en un matrimonio o en un noviazgo.

Y le está diciendo constantemente al novio o al marido «ya no platicamos, ya no salimos, ya no hacemos esto en pareja, que está pasando con nosotros» y el hombre tiende a dormirse en sus laureles.

Se casa o conquista a la novia y se olvida de los detallitos y hace lo más básico necesariamente.

Valeria: Muchas veces se enfoca en ser proveedor básicamente.

Daniel: Sí, el hombre generalmente se enfoca en el trabajo. Exactamente y lo que le vende la mercadotecnia al hombre más que a la mujer es el cuerpo perfecto, la mujer exuberante.

Y ahí vienen las consecuencias de bulimia, anorexia, ¿por qué? porque indirectamente le venden a la mujer de que esos son los cuerpos ideales.

Valeria: De que vas a ser amada por un gran hombre si tú tienes esa imagen.

Daniel: Exacto, hay un documental que salió en un canal de paga sobre la anorexia y la bulimia y se me quedó muy grabado una imagen de una chavita que padece de anorexia que comenta, «Es que si eres gorda no te quieren.»

Y eso es muy impresionante ¿no? o sea, hay personas que ya están delgadas y quieren ser más y más y más y se convierten pues en problemas que ya conocemos.

Pero sí, la venta principal hacia el hombre son los cuerpos perfectos. Y constantemente, inevitablemente el hombre está comparando su pareja con esos cuerpos perfectos que ve por todos lados en anuncios espectaculares, en la televisión.

Y la mujer está comparando a su hombre con las historias del príncipe azul, de las comedias románticas, del hombre perfecto.

Valeria: Y finalmente la queja es de la mujer hacia el hombre como decías «ah ya no me traes rosas, ya no platicamos, ya no haces todo eso que hace al principe azul en la película».

Daniel: Exacto.

Valeria: La queja del hombre a la mujer es «ay, estas muy gorda» o «no te arreglas» todo eso que quisiera, que ve en la mercadotecnia, en los espectaculares y que voltea y la ve y pues no lo tiene.

Entonces la queja de la mujer está enfocada en lo que ve en las películas y la queja del hombre en lo que ve en los espectaculares.

Daniel: Sí y que en la realidad también muchas veces es que al principio lo tenemos, nomás que pasa la etapa del enamoramiento y ya nos dejamos. Ya dejamos los detallitos, dejamos de cuidarnos también, dejamos de arreglarnos.

Valeria: Muy bien para seguir profundizando en este tema los invito a que nos acompañen a nuestra siguiente sección.

[Reintroducción]

Conclusión

Desarticulando mitos

Valeria: Y bueno, ya una vez que somos conscientes de cómo hemos caído en estas trampas, de las mujeres de ilusionarnos con el príncipe azul, con las películas con los cuentos de princesas, con las comedias románticas y hasta con las novelas.

Y los hombres pues bueno con lo que ven en las  revistas de moda, en los espectaculares, en fin en los distintos medios de comunicación.

Bueno, una vez que somos conscientes y que empezamos a reconocer que todo esto es parte de una ilusión, de una fantasía.

Y que muchas veces no tiene que ver con la vida real, con lo que verdaderamente es lo sano para mí como persona y para mi relación de pareja.

Y una vez que empiezo a ser consiente de todo esto. Que me doy cuenta que no voy a encontrar a la mujer perfecta ni al hombre perfecto.

Daniel: No digas eso, me siento como el Grinch que dice Santa Claus no existe.

Valeria: Bueno, que no vamos a encontrar a ese príncipe azul o a esa mujer perfecta. Pero que puedo encontrar un hombre o una mujer, según sea el caso, donde pueda pues tener una relación de pareja que disfrute.

Que sea sana, que pueda crecer con esa experiencia. No como decíamos ahorita, una pareja para ser feliz sino esa relación donde pueda disfrutar de esa experiencia y crecer.

Ya que nos damos cuenta y somos conscientes de esto y qué bueno, no queremos ser como el Grinch. Pero si ser realistas y ver la parte esta de la compatibilidad y como lograrlo.

¿Qué pasa? ¿cómo podemos empezar a enfocarnos en esa parte para lograrlo?

Daniel: Ya le dimos en la torre a un mito. El príncipe azul, chicas no existe, las almas gemelas tampoco.

Valeria: Como decía un viejo programa, lástima Margarito.

La compatibilidad no existe

Daniel: Lástima, y otra también. La compatibilidad tampoco existe. O sea, hay algunas parejas, son contaditas, son muy poquitas que se encuentran y casi casi son el uno para el otro.

Pero la realidad dice que la gran mayoría de nosotros, la gran mayoría de relaciones que se dan tienen que trabajar en su relación. Y aún esas parejas que tienen muchas cosas en común, que son contadas, van a surgir cosas en las que no están de acuerdo y van a surgir discusiones

¿Porqué la compatibilidad no existe? Porque al final de cuentas, los dos, cada uno, venimos de familias diferentes. Manejamos modelos del mundo distintos e inevitablemente vamos a ver muchas cosas de manera diferente.

Desde cómo educar a la familia, desde cómo manejar el dinero, las relaciones sexuales, lo que es el amor, como expresar el amor uno al otro, vamos a diferir en todo eso.

Y el arte o el esfuerzo consiste en desarrollar una visión binocular que platicábamos hace rato.

Valeria: En que consiste esa visión binocular.

Daniel: La visión binocular consiste en que la mujer vea el mundo con sus ojos pero a la vez con los ojos de su pareja y viceversa. Cada uno vea el mundo a través de los ojos de cada uno o sea las dos visiones compartidas, digamos.

Esto va permitir construir puentes y va construir y va permitir construir lazos que estrechen la relación y permitan convivir de una manera más satisfactoria.

Valeria: Ahorita que dijiste que te sentías un poquito como el Grinch y que Santa Claus no existe. Tal vez, yo creo que en un momento de nuestras vidas como niñas que soñamos con ser la princesa y encontrar el príncipe azul y en un momento dado nos damos cuenta que no existen y los hombres también, de acuerdo a sus características.

En su momento puede ser a lo mejor triste, decepcionante. Incluso hasta deprimente para algunas personas y a lo mejor ahorita hacemos bromas y demás.

Pero ya tomándolo en serio, qué bueno que no existe.

Porque después de ese trago amargo, de darnos cuenta que la vida no es un cuento de hadas y que las fantasías solamente existen en nuestra cabeza es cuando realmente empezamos a madurar.

Y si encontráramos a esa persona que no tuviera que hacer nada por esforzarme porque es un príncipe de una princesa, pues donde estaría el crecimiento, la madurez, la experiencia.

Daniel: Exacto.

Valeria: Entonces, como dices tú todo eso que tenemos que trabajar en la relación de pareja. En ver la vida con los ojos del otro, el aprender a expresar amor, no solo como yo quiero sino como el otro lo necesita; a comunicarnos, escuchar, a dialogar, todo eso nos hace mejores personas.

Nos hace madurar, nos hace crecer, nos hace, a largo plazo es una experiencia mucho más satisfactoria que haber tenido al príncipe azul.

Daniel: Sí y nos permite desarrollar ese concepto maduro de cooperación. De que, no de independencia y yo soy así y yo quiero seguir siendo así a pesar de ti. Sino de vamos a ser juntos, ¿que necesitas tu para crecer?

¿Cómo te puedo apoyar a ti para desarrollarte? y viceversa, ¿cómo me puedes ayudar tu a mí? y ese apoyo mutuo es en lo que consiste la cooperación y la mutua nutrición de…ahora sí que de las almas.

Valeria: Wow, y entonces cual sería una noción sobria, sana; una visión, ya englobando todos los puntos que hemos abarcado, ya que nos acercamos al final de esta emisión.

¿Cómo pudiéramos englobarlo para tener esa visión sana de la relación de pareja?

Daniel: Primero que nada, debemos saber que no vamos a obtener todo de nuestra pareja.

Que nuestra pareja no va a ser perfecta, va a tener defectos y muchos defectos vamos a tener que aceptarlos.

Y también va a requerir esfuerzo de nuestra parte para atender las necesidades de nuestra pareja.

Valeria: Daniel, muchísimas gracias por lo que nos compartiste.

Daniel: A ti, Valeria, por la invitación.

Valeria: Siempre es un gusto tenerte aquí. Nos abres un panorama muy amplio acerca de cómo debe ser una relación sana. Porque es fácil perdernos en el camino con tantos estímulos pero como que nos ayudas a ubicarnos nuevamente en la realidad.

Muchas gracias.

Daniel: A ti, muchas gracias.


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