Prácticamente todos los adolescentes tienen problemas que van desde el mal humor hasta temas escolares. Pero sí puede haber situaciones que escalan a un grado que se requiera apoyo profesional.

Sin embargo, la terapia no tiene que ser exclusiva para crisis familiares o problemas mentales. También sirve para prevenir problemas pequeños escalen o se salgan de control.

Si cree que su adolescente pudiera beneficiarse platicando con un terapeuta, no dude en agendar una cita. En ocasiones un par de sesiones pueden contribuir con mucho al bienestar general de su adolescente.

El adolescente puede hablar con el consejero sobre diferentes temas, desde relaciones hasta cuestiones de identidad sexual. Enseguida enumeramos las principales razones por las que los adolescentes acuden a consulta:

1. Depresión

Los problemas emocionales suelen empezar en la adolescencia y de no tratarse, un depresión por ejemplo, puede durar hasta la edad adulta. Algunos síntomas de problemas emocionales pueden ser irritabilidad, tristeza o retraimiento.

2. Problemas de Ansiedad

Aunque es normal que los adolescentes se lleguen a preocupar por ciertas cosas, algunos adolescentes pueden llegar a experimentar niveles intensos de ansiedad. Ya sea que su adolescente tenga problemas para hablar frente a la clase o crea que algo malo va a suceder, la terapia le podría ayudar a manejar dichos síntomas.

3. Problemas de Conducta

Los problemas de conducta en la escuela o actitudes contestatarias o abiertamente agresivas pueden ser síntomas de problemas más serios. Un terapeuta podría ayudar a descubrir probables cuestiones de salud mental, déficit de habilidades u otro problema que este generando la conducta de su adolescente.

4. Abuso de Sustancias

Una conducta de riesgo común en los adolescentes, lamentablemente son las drogas y el alcohol. Un consejero puede evaluar el consumo de su adolescente y recomendar el tratamiento que considere más adecuado; ya sea terapia individual, terapia de grupo, desintoxicación o ser internado dependiendo de la gravedad del problema.

5. Estrés

Los adolescentes también se pueden llegar a estresar por diferentes motivos como sus calificaciones, su rendimiento en ciertas actividades, qué hacer después de la preparatoria. La terapia ayuda al adolescente a desarrollar habilidades para manejar el estrés de manera efectiva. Habilidades que le servirán toda su vida.

6. La escuela y Cuestiones Sociales

Los problemas sociales están a la orden del día desde bullying, calificaciones, grupos de iguales y problemas con el profesor por mencionar algunos. Muchas veces el adolescente no sabe cómo manejar ciertas situaciones o a quién pedir ayuda. La terapia le puede proporcionar las herramientas necesarias para enfrentar dichos retos.

7. Problemas Legales

Algunos ejemplos de motivos por los que un adolescente puede meterse en problemas con la ley suelen ser el consumo de alcohol por parte de menores de edad, robar o pelear. La terapia puede ayudar al adolescente a aprender a tomar mejores decisiones en el futuro.

8. Baja Autoestima

Los problemas de auto confianza suelen ser experimentados por la mayoría de los adolescentes, sin embargo en algunos pueden llegar a sufrir serios problemas de autoestima. Cuando esos temas no son atendidos el adolescente corre mayor riesgo de incurrir en problemas de conductas de alto riesgo como consumo de alcohol o sustancias o problemas académicos.

9. Trauma

Un evento traumático puede ser desde un accidente casi mortal hasta un ataque sexual. Estos pueden tener un impacto duradero toda la vida del adolescente. La terapia ayuda a fortalecer la resiliencia y reducir el impacto del evento traumático.

10. Duelo

La pérdida de un ser querido puede ser aún más difícil en la adolescencia. La terapia individual, familiar o grupal puede ayudar al adolescente a manejar sus sentimientos, así como darle sentido a su pérdida.

Una Recomendación

Si está dudando acerca de llevar a terapia a su adolescente, es mejor equivocarse y confirmar que todo marcha bien. Si su adolescente esta renuente a acudir a terapia, no hay problema. Es común en los adolescentes.

Puede sugerir a su adolescente acudir a un par de sesiones y después que él decida si continúa o no.

Si definitivamente se niega, puede ser usted quien acuda a consulta. Le puede servir para desarrollar nuevas ideas y habilidades que le permitan apoyar mejor a su hijo.